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1/31/2014

¿En qué se diferencia un audífono barato de uno caro?

A muchos seguro que os viene a la memoria el anuncio que se repitió hasta la saciedad en espacios de teletienda de Whisper XL, el cual era un audífono cuyo spot decía "¡Podrá oír caer un alfiler en un cenicero al otro lado de la habitación!" "¡No suba el volumen de su televisor, suba el de su Whisper XL!". El anuncio se emitió a mitad de los 90 y no he encontrado ningún vídeo en la Red sobre él. Si algún lector adquirió uno, le invito a que se ponga en contacto conmigo para ver qué tal le salió. Lo que sí que he encontrado ha sido webs donde todavía lo ofertan, como éste.


Al igual que con otros fantásticos productos de la teletienda, como los cuchillos que ríase usted de las catanas japonesas, que si la baba de caracol, o algún aparato imprescindible en casa para bajar los michelines desde el sofá... con el Whisper XL tendríamos que desconfiar. Pero como esto es un aparato tecnológico, ¿qué tiene de malo frente a otros modelos que nos pueden vender en clínicas auditivas? El NYTimes ya se ha preguntado por qué los audífonos industriales son tan caros, si hay ordenadores, móviles y electrónica compleja mucho más barata. Lo mismo se preguntan en Bloomberg.

En el caso del NYTimes, citan a un ingeniero que conoce este tipo de tecnologías y lo que dice es:

The hearing aid industry uses every new thing, like digital or a new algorithm, to raise prices,” said Mr. Apfel, whose company, Audiotoniq, aims to sell sophisticated but affordable devices. “The semiconductor industry traditionally reduces the cost of products by 10 to 15 percent a year,” he said, but “hearing aids go up 8 percent a year annually” and have for the last 20 years.

Estimaba que el coste de fabricación de estos aparatos es de unos 100$. Y un responsable de una marca, cita lo siguiente:

For someone with mild to moderate hearing loss, the average hearing aid today is completely overengineered

Al final, este invento se basa en un micrófono y un amplificador de la señal (el ruido). Aparte de eso, según la página recomendable Hackaday, se puede construir un amplificador casero, pero conviene que tenga más que el micrófono y el amplificador, como un tratamiento de la señal. Es una especulación, pero mi teoría es que hablando claro, los audífonos de la clínica tienen un tratamiento de señal bastante adecuado, y los de la teletienda no. ¿En qué consiste todo esto? La respuesta nos la da en esta web de la ASHA, asociación americana. Hay que diferenciar entre audífonos analógicos y digitales, aunque la diferencia entre ellos consiste en que una onda pasa a unas señales digitales. A esto se le llama DSP (Digital Signal Processing) y se convierte una señal analógica continua en unos valores digitales discretos. Los altavoces y auriculares también diferencian su calidad en base a estas ideas, y en el caso de los audífonos, gracias al DSP se consigue controlar los siguientes parámetros:

Ganancia: La ganancia consiste en la amplificación de señal, pero gracias a ser una señal digital, no se aplica la ganancia a toda la señal, sino a partes concretas de la onda.

Reducción digital del ruido: consiste en que los mecanismos se pongan en marcha cuando se detecta un sonido estable, y no antes.

Refuerzo digital de la conversación: se refuerza en algunos momentos al interlocutor, en determinados partes de su "monólogo".

Micrófonos direccionales: lograr una mejor calidad de sonido apuntando al foco.

Hay más, y para eso no hay más que ver distintos artículos de investigación que se publican sobre el procesado de señal para aplicaciones de audífonos. 

En esta otra página hay unas cuantas FAQ sobre dudas en la adquisición de estos aparatos, como en qué hay que fijarse a la hora de comprarlo. Y claro, todas las personas no tienen la misma pérdida de sonido: unas escuchan peor los sonidos de baja intensidad, o no escuchan bien los sonidos agudos, o no escuchan a cierta distancia... cada una tiene su propio cuadro diagnóstico.

Además, el tratamiento legal de estos aparatos es curioso, ya que en el caso de EEUU, se considera un medicamento si la persona tiene pérdida de audición, pero se considera un aparato electrónico si no la tiene, y usa el audífono para ocio (fuente). En España no he encontrado nada de esto al respecto.

El DSP tiene mucha más tela que cortar y se merecen varios artículos para ellos solos, pero espero que con lo puesto aquí, por lo menos se entienda la diferencia de lo que ofrece la teletienda respecto a las clínicas especializadas.


Quien quiera ayudar en la difusión del artículo, el correspondiente link en Menéame.
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